domingo, 3 de octubre de 2010

EXPACIOS II

Como un vendaval, una tormenta de octubre
llegas furiosa y me derrumbas,
para dejarme abandonado en la nada.

Eres el cielo y el infierno;
una linea muy delgada...
casi invisible, inperceptible,
aparentemente inexistente.
te cruzo y te desbordo,
para luchar contra mi furia.
***
lloro ahogado en mi llanto,
con un sentimiento que mata y resucita
...que me demuestra que odiarte es quererte.