sábado, 3 de marzo de 2018

ENTREVISTA por Karla de Mar Valencia - 2017


“En el arte no hay mentira, el arte es como mirar a los ojos”

Carlo Jiménez es de esa clase de personas con las que una no se cansaría de hablar; es espontáneo y sabe despertar el interés por el arte en cualquiera. Este artista colombiano actualmente vive y trabaja en Costa Rica, lleva más de 20 años en el mundo del arte, la mitad de ese tiempo fungió como profesor, los otros 10 años se atrevió a ser el protagonista del guion de su vida y cumplió un sueño que lo acompaña desde que tiene uso de razón: dedicarse a la pintura.
Este licenciado en Artes Plásticas, ha logrado posicionar sus obras en importantes y concurridas exposiciones en diferentes puntos de nuestro país. Su propuesta se enmarca dentro del surrealismo y posee una fuerte carga humanista.
El pincel es la herramienta ideal de, Carlo, para plasmar en cada uno de sus cuadros sentimientos, ideas, ilusiones y emociones.


Doce Cerocinco: ¿Cómo se da su vinculación con el arte?
Carlo Jiménez: El amor por el arte es de toda la vida, desde muy pequeño. Al final lo que me llevó a las artes directamente fue la Licenciatura en Artes Plásticas, el enseñar, estudiar para profesor me involucró dentro de las artes. Cuando llegué a Costa Rica,  vi que me quería dedicar a esto; hice una serie como de 30 cuadros, fueron absolutamente una mezcla de todo: surrealismo, cubismo, constructivismo, todos los “ismos”, es decir, un profesor pintando. Pero siempre con un punto relevante que era la ventana y el péndulo. Lo que más se me acercó fue el surrealismo, porque me permite tocar esos elementos figurativos y transformarlos de forma abstracta.
D.C.C. ¿Recuerda cuál fue su primer cuadro?
C.J. Lo hice como profesor y se llamó “Huellas”, y era lo más lindo porque en ese momento estaba mi hija, Daniela, pequeña, tenía dos años y como eran las huellas era algo muy abstracto y dentro de esa abstracción me pinté las manos con pintura y las plasmé sobre el lienzo y después iban las manos de mi hija. Cuando coloqué sus manos se asustó porque utilicé pintura roja. No sé si se asustó por el color o simplemente por haberle pintado las manos. Por eso me acuerdo, por lo que simbolizó.
D.C.C. ¿Cómo es su forma de vivir el arte en el día a día?
C.J. ¡El artista todo el tiempo está con esto, las 24 horas pensando en arte! siempre estás creando, mirando, navegando en Internet mirando imágenes, desarrollando, vas a exposiciones. En el arte no hay mentira, el arte es como mirar a los ojos.
D.C.C. ¿Cuál es el eje central en sus obras, qué técnica utiliza?
C.J. Dentro de mi técnica surrealista tomo como símbolos las ventanas y los péndulos, esa es la constante que vas a encontrar en mis obras. Básicamente trabajo tres elementos dentro de esas ventanas y péndulos: figura humana, el paisaje y la abstracción. La abstracción por accidente sin buscarlo sin yo pretenderlo porque uno no sabe con el arte, tu sabes lo que quieres pero no sabes a dónde vas a llegar, es un camino sin destino. Las técnicas que utilizo son dos: pintura al óleo y en acrílica.


D.C.C. ¿Qué papel juega la geometría en sus obras?
C.J. La geometría se ha convertido en algo muy importante dentro de mi obra, porque la perspectiva me ha permitido la profundidad de esta obra, la línea diagonal, esa profundidad en mis obras va a ser la constante y es lo que he tratado de encontrar con las ventanas. Con el péndulo todavía lo voy desarrollando al igual que las ventanas. Con el péndulo lo que voy encontrando es un elemento como más de espacio de ser, siempre tomo los elementos, los péndulos y las ventanas y los relaciono con el tiempo y con el espacio. El tiempo es intangible, el espacio es tangible. El espacio es ese elemento que vamos buscando.
D.C.C. ¿Con cuáles maestros del arte se identifica?
C.J. Salvador Dalí, Rembrandt, Goya, Alejandro Obregón, Hopper.
D.C.C. ¿Qué porcentaje hay de Carlo hay en cada uno de sus trabajos?
C.J. 100%, soy honesto en lo que hago, siempre busco una función estética. Hay gente que dice, “hay que pintar cuadros que se vendan” y no, hay que pintar cuadros que te gusten porque si te gustan a ti, le van a gustar a alguien más, porque no somos tan exclusivos así como pienso yo hay mucha gente. No soy Carlo Jiménez, el único que piensa en ventanas, hay muchos artistas abriendo ventanas, pero lo que sí les puedo garantizar es que soy el único artista que está trabajando la perspectiva, las ventanas, las composiciones de una forma totalmente original.



D.C.C. ¿Cuántas obras de arte ha realizado?
C.J. Anualmente estoy trabajando unas 30 obras, tomando en cuenta las que hago para exposiciones individuales, colectivas, eventos de ferias. Contabilizadas, tengo 500 obras.
D.C.C. ¿Cuánto tarda en pintar un cuadro?
C.J. ¡Cada obra lleva su desarrollo!, no es solo el momento en el que se pinta cuando hablamos de obras de arte, cuando tú tienes una propuesta artística es llevar ese elemento que estamos creando desde el momento, cómo se concibe hasta cuando se va. Tú no eres el tiempo que te demoras desarrollando una obra sino es el tiempo que te tomaste creando, planificando y proyectando todo lo que conlleva esa obra.
D.C.C. ¿Cuántas exposiciones ha realizado y cuál ha sido el lugar más significativo?
C.J. Como compromiso cada año estoy realizando una exposición individual y varias colectivas. Tengo nueve exposiciones individuales y 50 colectivas. Todos los lugares son importantes porque busco que muchos vean mi obra, uno de los sitios más importantes es el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), más de 10 mil personas vieron mi exposición “Pekados Capitales y Antagónikos”, también el Festival Internacional de las Artes (FIA) 2012 fue valioso ahí estuve con el proyecto “San José Desde Mi Ventana”.




D.C.C. ¿Alguna anécdota que le haya sucedido en sus exposiciones?
C.J. En mi exposición itinerante, “Pekados Capitales y Antagónikos”, en el Museo Histórico Cultural Juan Santamaría, me encontré a una señora llorando porque vio una imagen que la remontó y la sensibilizó tanto que la puso a llorar y hablaba con voz quebradiza. Fue algo que me impactó mucho. Es la sinceridad, la honestidad con que se trabaja que llega a tocar ciertos nervios.
D.C.C. ¿Qué le parece el desarrollo de los artistas plásticos actualmente?
C.J. Me encanta porque hay pluralidad, es bastante variado. En Costa Rica se ve el desarrollo, se ve la inquietud de todos los artistas, el compromiso por querer innovar.


D.C.C. ¿Qué opina del mercado del arte en nuestro país?
C.J. Sí hay un compromiso, sí hay coleccionistas de arte, lo que siento que hace falta es apoyo de ciertos profesionales dentro del arte para dar más conocimiento a las personas y aumentar el número de compradores creo que los simposios, foros, museos deberían  de llevar gente que generalmente no compra, llevar el arte  a las empresas, tantos sitios donde se puede involucrar el arte con el fin de compra y venta. En Latinoamérica tenemos un déficit de sensibilización y reconocimiento del arte. La gente piensa que la intelectualidad que uno vende son materiales, que es un cuadro y no, el arte tiene que verse desde un aspecto intelectual, no es una hoja, no es una tela es intelectualidad lo que se está ofreciendo, eso es el valor.



D.C.C. ¿Se puede vivir del arte?
C.J. Claro, yo llevo 10 años exclusivamente pintando y aquí estoy. Si hubiera utilizado mi tiempo, mi intelecto en otra profesión tendría más cosas materiales, posiblemente, pero no tendría tanto espiritual e intelectualmente.
D.C.C. ¿Qué tal si me comenta sobre los próximos proyectos?
C.J. Para el mes de octubre voy a estar en Granada, Nicaragua, con la exposición “Pekados Capitales y Antagónikos” en la Casa de los Tres Mundos. La exposición individual para este año, se llama “Alegorías”.
D.C.C. Hablemos un poco acerca de la muestra “Alegorías”
C.J. Es una serie de 11 obras que son en formatos grandes. Dentro de mis ventanas, que siempre son rojas, pinto a mis influencias, pintores universales que marcaron mi obra. Por ejemplo, en la alegoría al deseo el péndulo se convierte en un cerebro, porque Salvador Dalí tenía fijaciones sexuales y mentales muy profundas, entonces, tomo el deseo, esa parte sexual que siempre se produce allí, por eso mi péndulo es un cerebro porque un deseo carnal, material se produce en él, no en el corazón.

Carlo Jimenez - Artista Plástico - Costa Rica, Centro América, 2017